Juan Manuel de Rosas
Militar y político argentino. Nació en Buenos Aires el 30 de marzo de 1793. Siendo muy joven se incorporó al ejército que hizo frente a la segunda invasión británica en Argentina, formando parte del regimiento de “Migueletes” de Caballería. Tras la reconquista emprendió una vida rural, manteniéndose al margen de las gestas de la revolución de Mayo de 1810 y de la independencia Argentina de 1816.
En marzo de 1813 se casó con Encarnación Ezcurra, su fiel compañera en la vida y en la política. Asentado en el campo se convirtió en un gran propietario ganadero de la Pampa, organizando en su estancia un ejército personal para combatir a los pueblos originarios. El derrocamiento de Manuel Dorrego y su posterior fusilamiento a manos del unitario Juan de Galo Lavalle en 1828 lo llevó a meterse de lleno en la política de Buenos Aires. Luego de este hecho, Rosas junto con Estanislao López encabezó un levantamiento popular derrotando a Lavalle en Puente de Márquez. Así, el 8 de Diciembre de 1829 la sala de representantes proclamó a Juan Manuel de Rosas gobernador de Buenos Aires otorgándole las facultades extraordinarias y el título de “Restaurador de las Leyes”. Teniendo bajo dominio a Buenos Aires y el resto del litoral tuvo que enfrentarse a las provincias del interior unitarias. Durante su primer mandato que se extendió hasta 1832, Rosas llevó a cabo una administración provincial controlada, basando su poder en el dominio de la aduana y en el apoyo del sector terrateniente. A su vez, Rosas gozaba de un gran respaldo entre los sectores populares de Buenos Aires, erigiéndose como el único capaz de contener y encauzar las demandas de las clases bajas. En marzo de 1835, por medio de una amplia mayoría de votos, Juan Manuel de Rosas fue electo nuevamente gobernador de Buenos Aires, esta vez con la suma del poder público. En la segunda etapa de gobierno, la hegemonía rosista se consolidó mediante la unificación ideológica del pueblo de Buenos Aires, el riguroso control de la prensa y la dura represión y asesinato a la oposición realizada por la Sociedad Popular Restauradora ("mazorca"), la fuerza de choque de Rosas. Al mismo tiempo, en 1835, Rosas sancionó la Ley de Aduanas, que protegía a las materias primas y productos locales. La norma favoreció a las provincias, pero sobre todo a Buenos Aires que aumentó notablemente sus ingresos aduaneros. Durante gran parte de su mandato, Juan Manuel de Rosas mantuvo excelentes relaciones con los comerciantes británicos y su gobierno. No fue el caso con Francia, lo que provocó un conflicto diplomático, llevándose a cabo un bloqueo comercial de naves francesas sobre el Río de la Plata y el puerto de Buenos Aires a fines de marzo de 1838. El bloqueo se mantuvo por dos años ocasionando una obligada política proteccionista. En el año 1842, Rosas alcanzó un poder absoluto sobre el territorio nacional. Se autoproclamó “tirano ungido por Dios para salvar a la patria” y disolvió la Cámara de Representantes. Intervino en los conflictos internos de Uruguay, apoyando a Manuel Oribe contra Fructuoso Rivera. Lo que provocó un nuevo bloqueo e intento de invasión por parte de los británicos y los franceses que organizaron una expedición para penetrar el país por Paraná. Sin embargo, las tropas argentinas derrotaron a las fuerzas anglo-francesas en la “Batalla de la Vuelta de Obligado”. Recién en 1850 quedaron normalizadas las relaciones con Inglaterra y Francia. En ese mismo año Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, comenzó a emprender una rebelión contra Rosas. De este modo, Urquiza con el apoyo de los unitarios y de los Gobiernos de Brasil y Montevideo, invadió Santa Fe, marchó sobre Buenos Aires y derrotó a las tropas de Rosas en la “Batalla de Caseros”, en 1852. Debilitado, Juan Manuel de Rosas huyó a Gran Bretaña y en 1857 fue juzgado y condenado a muerte por el Senado y la Cámara de Representantes nacional. Veinte años después, más precisamente el 14 de marzo de 1877, moría en Southampton, Inglaterra. Fuente: www.biografiasyvidas.com Fuente: www.elhistoriador.com.ar
